martes, 22 de diciembre de 2009

Cuatro verdades sobre.... el muro de Berlín

¡Saludos otra vez!

Me gustaría hablaros sobre un tema tan trágico como es la separación de una ciudad en dos, sin permitir contacto entre personas que antes eran amigos, familiares o amantes

No podemos entender el muro de Berlín (o Berliner Mauer, como prefiráis) sin hablar antes de la Guerra Fría. En la mayoría de medios de comunicación (manipulados), libros y documentales de historia (también manipulados) o incluso películas (una vez más, manipuladas), los países del bloque capitalista (EEUU, Canadá y Europa Occidental) son los "buenos" mientras que los gobernantes del bloque comunista son una especie de seres diabólicos que hacen lo posible para salir beneficiados si preocuparse por el bienestar ciudadano.

Bien, pues para que veamos hasta que punto es cierto, pensemos en el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando Alemania fue dividida en tres zonas de ocupación occidental y una cuarta zona (la más oriental) que incluía la ciudad de Berlín y de la cual se encargaría el Ejército Rojo.

Los acuerdos firmados por Stalin (URSS), Roosvelt (EEUU) y Chruchill (Reino Unido) pactaban que toda la Europa continental (es decir, sin incluír las islas de Gran Bretaña e Irlanda) estaría controlada por el régimen socialista soviético a cambio del apoyo a Estados Unidos en la guerra con Japón.

Cuando las tropas soviéticas tomaron finalmente Berlín y acabaron con el nazismo en Alemania (y pocos días después, en todo el mundo con la caída de Praga), a los Estados Unidos pareció dejar de interesarles el acuerdo, porque al parecer sus progresos con la bomba atómica (preparada para arrasar a cualquier inocente civil japonés, ya fuese hombre, mujer o niño) eran muy grandes.

Así se formó el "telón de acero", la frontera que separaría la Europa capitalista de la socialista, a pesar de que la primera acababa de robarle a la segunda países como Portugal, España, Francia, Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Suíza, Alemania Occidental, Italia o Austria, que no fueron más gracias a que el Ejército Rojo tenía sus zonas de ocupación bien defendidas.

En 1948, las tres zonas de ocupación de Alemania Occidental se reunificaron, dividiendo ahora el actual país en la República Federal Alemana (occidental) y la República Democrática de Alemania (oriental). Ese mismo año, Stalin pondría sobre la mesa una propuesta para la reunificación de Alemania, pasando así a ser un país neutral a los conflictos entre la Unión Soviética y los Estados Unidos, y que adoptaría un sistema de ecnomía mixto para ver así la eficacia de su posible implantación al resto de territorios que pudieran ser motivo de futuros conflictos.

Los occidentales, en su afán capitalista de poseer más que el vecino y de ser superiores, rechazaron esta propuesta, comenzando así la Guerra Fría, en la que Stalin tampoco daría tregua alguna después de ese incidente.

En 1956, tres años después de la muerte de Stalin y la llegada de Nikita Jruschov al mando del Comité Central del PCUS, las dos potencias de la época firmarían un acuerdo de coexistencia pacífica, es decir, sin ningún tipo de conflicto armado entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, ya fuese directo o indirecto (en la liberación de las colonias africanas, por ejemplo), recurriendo siempre al consenso, al diálogo y a la autodeerminación (mediante la votación democrática) de cada pueblo. A pesar de esto, a los ojos de Jruschov, socialismo y capitalismo deberían seguir teniendo una cierta competencia ideológica, permitiendo a cada individuo vivir en el sistema que quisiese.

Pero esta paz se rompió en 1960 cuando los radares soviéticos detectaron un avión espía norteamericano. El presidente Einsenhauer se negó a dar explicaciones y, hartos de tanta tomadura de pelo, los soviéticos decidieron que, si los occidentales querían guerra, ¡tendrían guerra! Se inició así la "crisis de los misiles" en Cuba, pues la URSS intentó colocar cabezas nucleares que apuntaban directamente a Miami para defenderse de las amenazas norteamericanas.

Al año siguiente, las tensiones volverían a estar a la orden del día, y la construcción del muro se hizo inevitable.


Bueno, esto es sólo el principio, ahora no tengo más tiempo, otro día hablaremos del muro durante los años 60 y en la crisis del socialismo.

Muchas gracias a tod@s

2 comentarios:

  1. "Así se formó el "telón de acero", la frontera que separaría la Europa capitalista de la socialista, a pesar de que la primera acababa de robarle a la segunda países"

    ¿Robarle? ¿Pero quién se cree usted que son Stalin y compañía, y usted que los defiende, para decidir el destino de los habitantes de Europa?

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  2. Efectivamente, Stalin no era nadie para decidir el destino de Europa, pero... ¿lo eran los norteamericanos?

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